Hoy más que nunca, el SAT está intensificando su vigilancia sobre los contribuyentes. Y uno de los focos principales es el cumplimiento con la contabilidad electrónica.
Desde hace años, las empresas y personas físicas con actividad empresarial están obligadas a enviar al SAT los archivos XML de su Catálogo de cuentas, la Balanza de comprobación y, cuando lo solicita la autoridad, las Pólizas contables. Sin embargo, muchos siguen subestimando esta obligación.
¿Qué pasa si no la presentas?
No enviar la contabilidad electrónica puede parecer algo menor, pero tiene consecuencias graves:
- Multas que van de $7,110.00 hasta $21,310.00 por cada periodo no presentado, dependiendo de la gravedad y reincidencia del incumplimiento.
- Restricción temporal o definitiva del Certificado de Sello Digital (CSD), lo que implica paralizar por completo la emisión de facturas.
- Mayor probabilidad de ser incluido en listas negras, auditorías o revisiones electrónicas.
El SAT ya no perdona
En los últimos meses, muchos contribuyentes han reportado cancelaciones de sellos sin previo aviso, derivadas precisamente del incumplimiento en la presentación de contabilidad electrónica o discrepancias en la información fiscal.
Este escenario refuerza la importancia de tener procesos automáticos y verificados que aseguren el envío oportuno, sobre todo si tu empresa opera con alto volumen de transacciones.
¿Qué debo presentar?
- Catálogo de cuentas (solo una vez o cuando hay cambios).
- Balanza de comprobación mensual, a más tardar el día 3 del segundo mes posterior.
- Pólizas contables y auxiliares, solo si las solicita el SAT.
Recomendaciones clave
- No lo dejes para el último día. Automatiza el proceso desde tu sistema contable o ERP.
- Verifica que los XML estén validados y firmados digitalmente.
- Lleva tu contabilidad al día. Lo más común es no enviar la contabilidad simplemente porque no está cerrada.
En resumen
La contabilidad electrónica no es una opción. Es una obligación legal que, si no se atiende, puede llevarte a problemas que van desde costosas sanciones hasta dejar de facturar por días o semanas.
No arriesgues tu operación. Asegura que tu sistema esté configurado para cumplir con estas obligaciones y que tú, como responsable de tu negocio, estés al tanto de los plazos y requerimientos.